Imibic y Reina Sofía desarrollan una línea de investigación sobre biopsia de fusión en cáncer de próstata

El grupo de investigación liderado por la directora de la Unidad de Gestión Clínica de Urología del hospital, María José Requena, emplea para ello un ecógrafo de altas prestaciones  y con el que se llevan a cabo diferentes proyectos de investigación. Más de 250 los pacientes –vinculados a dichos proyectos y algunos procedentes de otras provincias andaluzas– han podido beneficiarse ya de sus ventajas.

Esta tecnología permite fusionar imágenes que proporcionan la resonancia y la ecografía por co-registro de imágenes con un sensor para que ambas tengan una total coincidencia y esto ayude a realizar la punción en el punto exacto donde existe la lesión sospechosa de cáncer de próstata.

Precisamente, su principal aportación es la mayor exactitud en la punción de lesiones sospechosas de pequeño tamaño, con un porcentaje más alto de diagnósticos.

El desarrollo de esta prueba implica el trabajo en equipo de urólogos (que llevan a cabo la biopsia) y radiólogos (realizan la resonancia), así como de personal técnico y de enfermería del instituto y del hospital.

María José Requena ha señalado que “la incorporación de la biopsia de fusión permite aumentar la detección de casos, con tumores clínicamente relevantes, ya que toda esta información facilita que los profesionales podamos localizar mejor tumores que con la anterior técnica no eran detectados”. “Nos permite también realizar un diagnóstico más preciso, disminuir la carga de tratamiento en algunos casos, ofrecer terapéuticas más personalizadas y ajustadas al tamaño y a la zona de la lesión”, ha explicado.

Por su parte, el urólogo José Valero ha puntualizado que “ayuda a detectar lesiones en determinadas zonas de la próstata que no son rutinariamente biopsiadas y, por tanto, sirve para conocer qué áreas deben ser analizadas obligatoriamente”. El especialista afirma que se puede incrementar en hasta un 20 por ciento el diagnóstico de tumores de próstata con la biopsia prostática de fusión.

La determinación del antígeno prostático de superficie, conocido como PSA, a través de una analítica y el tacto rectal son las primeras pruebas que se realizan a los pacientes con sospecha de cáncer de próstata. El siguiente paso es hacer una biopsia para confirmar o descartar la existencia de células malignas.

En el caso de la biopsia de fusión, el procedimiento es el siguiente: los urólogos solicitan una resonancia magnética a aquellos pacientes con sospecha de cáncer y que cumplen los criterios para ser incorporados al estudio de investigación y los radiólogos, tras realizar esta prueba, determinan el grado de sospecha tumoral.

Después, ha explicado el especialista en radiología abdominal del hospital Daniel López, “las lesiones sospechosas son marcadas en la resonancia magnética y se vuelcan al ecógrafo. Ambas imágenes se fusionan en el nuevo ecógrafo y permite al profesional ir tomando imágenes en tiempo real, que se superponen a las que previamente teníamos de la resonancia”.

De hecho, el fin perseguido por el proyecto de investigación es precisamente comparar la rentabilidad de la biopsia dirigida (con fusión de imágenes) frente a la biopsia sistemática (que se hace clásicamente), para determinar y cuantificar su aportación en la práctica clínica.

El cáncer de próstata es el segundo tumor más frecuente en hombres (el primero en países desarrollados), representando entre el 15-20 por ciento del total de los casos de cáncer, si excluimos el de piel no melanoma. En Córdoba, la incidencia es muy parecida a la del conjunto de Andalucía, 103 casos nuevos por cada 100.000 hombres (uno de cada 12 hombres tendrá cáncer de próstata antes de los 75 años).

En España, cada año se detectan 33.370 nuevos casos de cáncer de próstata (124 por 100.000 varones), una tasa algo superior a la andaluza. En general, esta tendencia se repite en Europa, donde también en los países del norte la incidencia es mayor que en el sur.

El urólogo Enrique Gómez ha resaltado que “el cáncer de próstata no da síntomas, existe un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad cuando se tienen antecedentes familiares y los pacientes de raza negra. Existe evidencia que señala que el estilo vida, la obesidad o síndrome metabólico son factores que pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad”.

Aunque no existen unas recomendaciones específicas claras, “como medidas generales se puede recomendar practicar ejercicio de forma periódica, comer sano, consultar al médico ante cualquier duda, realizar un reposo adecuado y tener una buena salud mental”, ha destacado el urólogo.

Fuente

  1. Europa Press

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