La nueva técnica fue presentada en el ‘XVIII Curso de Cirugía Urológica del Futuro’ a través de dos cirugías en directo realizadas por el Servicio de Urología del Hospital Universitario Ramón y Cajal bajo la dirección de Javier Burgos y en colaboración con el Servicio de Neurofisiología.
La inauguración de la jornada estuvo a cargo del director Médico del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Agustín Utrilla, el jefe del servicio de Urología y organizador del curso, Javier Burgos y el jefe del servicio de Neurofisiología, Ignacio Regidor.
Durante desarrollo de la jornada se realizaron dos cirugías en directo utilizando la neuromonitorización intraoperatoria de estructuras nerviosas como técnica novedosa y útil para optimizar la preservación neurovascular en la cirugía oncológica prostática y en el tratamiento del dolor pélvico crónico.
La primera de ellas fue una prostatectomía radical laparoscópica 3D con preservación neurovascular. Durante esta cirugía se procedió a la estimulación de los haces neurovasculares que rodean la próstata y las vesículas seminales registrando simultáneamente las presiones de los cuerpos cavernosos del pene y la uretra.
La conservación de estas estructuras permite, según apuntan desde el Ramón y Cajal, mejorar los resultados funcionales de la intervención en términos de función eréctil y continencia urinaria tras la prostatectomía radical laparoscópica, técnica quirúrgica de elección en el tratamiento de cáncer de próstata.
La segunda cirugía consistió en la liberación del nervio pudendo en una paciente con dolor pélvico crónico. “La identificación y monitorización del nervio durante la intervención permite una mayor precisión quirúrgica en la liberación del mismo, optimizando los resultados finales de la misma”, apuntan desde el centro hospitalario.
El Servicio de Urología del Ramón y Cajal ha destacado que el control neurofisiológico intraoperatorio de las estructuras nerviosas es una técnica, escasamente descrita hasta el momento actual en el ámbito urológico y de implantación reciente en su centro.
Su utilización ha permitido reducir la incidencia de incontinencia urinaria tras la cirugía oncológica prostática, alcanzando cifras del 3 por ciento al año de la intervención.
La descripción de la técnica y sus resultados iniciales, serán presentados en el próximo Congreso Europeo de Urología que se celebrará en Copenhague en el próximo mes de marzo.
