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7 películas para aprender a comunicarte con los pacientes

Seguro que has visto películas en las que aparecen médicos de todo tipo. Muchas de ellas muestran ejemplos maravillosos o terribles de la relación médico-paciente. De hecho, en algunas facultades de Medicina se proyectan ciertas películas a lo largo de la carrera, y es que pueden ser herramientas muy visuales y útiles de lo que debe ser (o no) la relación médico-paciente. ¡No todo está en los libros!

A continuación, te mostramos siete películas que te harán reflexionar y de las que podrás sacar ideas para aplicarlas a tus pacientes. ¡No te preocupes! Prometemos que no habrá spoilers.

Amarga victoria (1939)

Además de tratar otros temas como el secreto profesional y la autonomía del paciente, la película muestra cómo el Dr. Frederick Steele (George Brent) tiene que lidiar con las reticencias y negatividad de su paciente (Bette Davis).

Despertares (1990)

En esta película, Robin Williams encarna a un personaje basado en el neurólogo Oliver Sacks, que ya te sonará de nuestro post de médicos escritores. En 1969, el personaje que encarna Williams prescribe levodopa —por entonces en fase experimental— a pacientes casi en estado vegetativo debido a una encefalitis letárgica, entre ellos a Robert De Niro. La película muestra la importancia de la empatía y el respeto mutuo entre el médico y el paciente.

El doctor (1991)

Si bien la relación médico-paciente no es el tema principal de esta película, sin duda se merece estar en esta lista. Está basada en el libro A taste of my own medicine: when the doctor is the patient («Una muestra de mi propia medicina: cuando el médico es el paciente») de Edward E. Rosenbaum. Con el título te lo hemos dicho casi todo: un médico frío y distante (William Hurt) es diagnosticado de cáncer y pasa a vivir en sus propias carnes lo que es ser un paciente más de su propio hospital.

Patch Adams (1998)

Protagonizada también por Robin Williams, esta película se basa en la biografía del Dr. Hunter «Patch» Adams, que revolucionó la comunidad científica aplicando terapias que consistían en hacer reír y proporcionar afecto a enfermos de cáncer. La película muestra un ejemplo perfecto de la empatía —o su ausencia— hacia los pacientes y de cómo deben ser tratados como personas, no como enfermedades. Hay algunas escenas duras, así que ve preparando los pañuelos.

Las confesiones del doctor Sachs (1999)

Esta película francesa es la antítesis de «El Doctor», ya que muestra un médico que se preocupa tanto por sus pacientes que acaba sufriendo con ellos. El Dr. Bruno Sachs (Albert Dupontel) es el único médico de un pequeño pueblo de la campiña francesa. La película muestra cómo el exceso de empatía del Dr. Sachs provoca que los pacientes tengan gran influencia sobre él.

Mi vida sin mí (2003)

Esta película dirigida por Isabel Coixet trata, entre otras, la falta de destreza al comunicar malas noticias. Además, al principio de la película ya se intuye el contraste entre la obsesión del equipo médico por llegar al diagnóstico y las necesidades reales de la paciente.

La escafandra y la mariposa (2007)

Esta película francesa se inspiró en la novela homónima escrita por Jean Dominique Bauby, periodista y antiguo editor de una conocida revista de moda, que debido a un accidente queda con síndrome de cautiverio. Este consiste en un síndrome neurológico caracterizado por anartria, disfagia y tetraplejia, aunque la conciencia y los movimientos oculares verticales se mantienen. Así, Bauby logró escribir su propia biografía mediante el parpadeo de uno de sus ojos. Esta película muestra cómo afrontar el cuidado de los pacientes terminales.

¿Qué películas te faltan por ver de nuestra lista? ¡Ve preparando las palomitas!

Referencias

 

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